Psicoterapia II
Columna | ||
El psiquiatra recomienda | ||
Por Guerrero Heredia / El Caribe | ||
Jueves 10 de enero del 2008 actualizado el miercoles 9 de enero del 2008 a las 10:51 PM | ||
Psicoterapia II La terapia de grupo es una colección de pacientes que bajo la supervisión de un líder (terapista) con la acreditación y capacidad necesaria se proponen objetivos terapéuticos comunes. En la mayor parte de las terapias de grupos los pacientes tienen el mismo problema o una patología en común -aunque no es la única forma de hacer grupos-. En muchas ocasiones, las terapias son abiertas y las patologías o problemas son distintos entre los participantes. El instinto social, la sensación de pertenencia a un conglomerado específico, estimula la cohesión y el apego que se debe crear entre el individuo y el grupo. En nuestro mundo moderno existen diversas estructuras grupales que juegan un rol muy importante en el tratamiento de ciertas patologías, principalmente relacionadas con el abuso de sustancias. El buque insignia de estos grupos es Alcohólicos Anónimos, el cual ha demostrado ser la manera más efectiva para los individuos mantener la sobriedad a largo plazo; además de ser una institución sin fines de lucro. El modelo de Alcohólicos Anónimos se ha diversificado a otras patologías como Narcóticos Anónimos, jugadores compulsivos, comedores, compradores y hasta adictos al sexo; que siguen la dinámica de los famosos “doce pasos”. El proceso grupal refleja al individuo de frente a la sociedad, maneja situaciones comunes entre los participantes y esta identificación hace fluir los procesos inconscientes en cada uno de ellos para dar así la oportunidad de verbalizarlos. Los grupos con patologías como depresión y ansiedad son menos comunes en nuestro medio, ya que la psiquiatría dominicana es meramente privada y muy pocos psiquiatras tienen la logística de ensamblar dinámicas grupales efectivas. En conclusión, creemos que las terapias de grupos son excelentes herramientas cuando son conducidas por expertos en la materia. En nuestra sociedad tercermundista estamos lejos de hacer tradición en estos métodos terapéuticos, pero el auge que han tomado los grupos de oración cristianos es una muestra de la necesidad y vacío existencial a que estamos expuestos en esta media isla caribeña. Héctor Guerrero Heredia es psiquiatra |
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