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Lucía Collado

Ignorancia y medicación II

Ignorancia y medicación II
Columna
El psiquiatra recomienda
Por Guerrero Heredia / El Caribe
Martes 30 de septiembre del 2008 actualizado a las 12:45 AM
 
 
  
  

 

 
 
 
 
Ignorancia y medicación II

Entre la psicologización y la poca efectividad o abundancia de efectos secundarios de los medicamentos psiquiátricos de los años ’60 y ’70, hicieron que la clase médica les tomara mucho temor a estos fármacos y se acostumbraba a ver a los psiquiatras como manejadores de temas meramente psicoanalíticos con una exageración en la importancia del sexo como parte del génesis de la enfermedad mental.
 
Cuando digo psicologización, me baso exactamente en ese fenómeno psicosocial donde todo el mundo conocía o leía sobre psicoanálisis y temas como represión, libido, Yo, superYo, Edipo, etc., y eran términos de uso hasta artístico.  
 
Otro fenómeno que psicologizó aún más la psiquiatría fue la aparición de otra escuela psicológica, la cual tiene influencia en la Unión Soviética y Estados Unidos, me refiero a los conductistas (Pavolv, Skinner), los cuales lograron polarizar el pensamiento psiquiátrico entre el conductismo y el psicoanálisis, dejando en un cajón los procedimientos biológicos.
 
Se conoce al perrito que babea cuando suena la campana o al joven reprimido por un no resolucionado complejo de Edipo, pero nadie entiende los neurotransmisores cerebrales y los hallazgos anatomofuncionales que provocan las diferentes patologías mentales en nuestro cerebro.
 
Llegan los ‘90s y esta década es llamada la “década del cerebro”, los albores en neuroimagen, bioquímica y fisiología y la aparición de los famosos inhibidores de la recaptación de serotonina con un buque insignia que es el archiconocido “PROZAC” (fluoxetina), producen una revolución en la psiquiatría de finales del milenio donde de la libido, represión y conductismo, pasamos a contemplar temas como serotonina, dopamina, noradrenalina, estres. 
 
Además, la eficacia demostrada por los nuevos fármacos así como la aparición de los antipsicóticos atípicos (clozapina, olanzapina, risperidona, ziprasidona, quetiapina, aripiprazole) comienzan a cambiar la imagen de nuestras moléculas frente a  médicos no psiquiatras.
 
Ya un cardiólogo o un ginecólogo se sienten cómodos interconsultando psiquiatría o empezando una medicación ellos, en episodios de depresión o ansiedad; ya los pacientes empiezan a entender que una enfermedad psiquiátrica es tan médica como una gastrointestinal o cardíaca.

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