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Lucía Collado

La guerra al cigarrillo

 

La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó (hoy, 31 de Julio del 2008) por una abrumadora mayoría a favor de un proyecto de ley que por primera vez somete a la industria tabacalera a la regulación de las autoridades sanitarias del país.

La iniciativa aprobada por 326 votos a 102 dispone que los cigarrillos y otros productos derivados del tabaco deben ser controlados y autorizados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA).

Pero a poco de conocerse los resultados de la votación este miércoles, la Casa Blanca anticipó que el presidente George W. Bush está dispuesto a ejercer su derecho a veto para impedir la aplicación de la norma.

Los propulsores de la llamada "ley de control del tabaco y prevención del tabaquismo en la familia", calificaron la votación de "día verdaderamente histórico".

Aunque la FDA no podrá imponer que se reduzca a cero el nivel de tabaco o nicotina, sí podrá exigir que se reduzcan o eliminen los químicos cancerígenos que se encuentran en el humo del cigarrillo.

También podrá pedir que se alteren o eliminen sabores en el tabaco para pipa o cigarro, algo que podría afectar especialmente a los cigarrillos mentolados.

Pero además la FDA, al igual que lo hace con alimentos, medicamentos y productos para la salud, quedará librada a imponer límites a la publicidad y la venta al público de los productos derivados del tabaco.

 

La misma industria en Estados Unidos muestra divisiones con respecto a esta proyecto, como lo muestra la posición de Philip Morris, una de las compañías más grandes del mercado.

Mientras la firma ve que esta norma podría mejorar su posición con productos certificados por una entidad del gobierno, compañías más pequeñas creen que estarán en una posición de desventaja cuando deban cumplir las exigencias impuestas por la FDA.

La Casa Blanca, en tanto, consideró que una ley de este tipo sería contraproducente, ya que -según dijo este jueves- representaría un incremento sustancial del trabajo de la FDA que desviaría su atención de "otras responsabilidades que tiene para mantener el control de la salud pública".

(Redacción BBC Mundo)

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