Ha vuelto a sonreir...
... Ingrid Betancourt, luego de seis años inimaginables privada de su libertad, es la muestra viva de coraje, paciencia y un espíritu elevado y robustecido por la terrible experiencia que le ha tocado vivir.
Como decimos: "Está viva para un fin". Mi respeto, admiración y deseos de salud y lo mejor que el destino y su propio accionar puedan depararle para su bien y el de su familia, sus compatriotas colombianos (y franceses, claro!)./ Lucía Collado.-
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