Trastorno de la personalidad esquizoide
Columna | ||||||||||||||||
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Por Guerrero Heredia / El Caribe | ||||||||||||||||
Martes 10 de junio del 2008 actualizado a las 12:12 AM | ||||||||||||||||
Trastornos personalidad III Esta vez, La personalidad esquizoide. Cuando a un ser humano le gusta estar solo, no quiere la compañía de nadie, no le hace falta charlar con amigos y ni siquiera con muchos familiares; que prefiera un trabajo donde no tenga interacción con las personas, que se sienta incómodo de tener que “bregar” con gente (de los que afirman: “prefiero un perro o un gato que estar con gente cerca”). Cuando no le interesa ni siquiera tener relaciones sexuales, ni buscar una pareja significante. Cuando no puede señalar y le sobren los dedos de la mano para contar sus amigos y relacionados. La gente lo define como un ser frío, distante, que vive envuelto en su propio mundo, incapaz de hacer empatía con los demás, hasta le describen como a un “robot”. Un ser sin capacidad de demostrar afecto, estamos pues, ante un trastorno esquizoide de la personalidad. Este trastorno puede asociarse y en realidad es así, con la temida esquizofrenia, ya que comparten ciertas características en quienes las padecen como lo es el aislamiento y encerramiento en su propio mundo. Muchos autores consideran la personalidad esquizoide como un pródromo light de la esquizofrenia aunque no presenta síntomas psicóticos (alucinaciones, delirios). La prevalencia de esta personalidad no está claramente documentada hasta el momento, pero se habla de hasta un 7% en algunos estudios. Aunque la base genética tampoco se puede establecer, no hay dudas de que la introversión de familias es común que corre en algunas familias; lo que puede verse como un marcador genético de predisposición al desarrollo del trastorno de la personalidad esquizoidea. Así como también la asociación genética con los receptores dopaminérgicos tipo dos (taq A1). El tratamiento psicológico y psiquiátrico de esta patología es muy difícil, ya que estos pacientes se consideran que no tienen nada y que nadie realmente los puede ayudar. Del punto de vista farmacológico, los antipsicóticos no han tenido un resultado convincente hasta el día de hoy. (Foto: Rachel Weisz, actuando en Constantine).- |
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Israel Herrera Gonzalez -
Juan Roberto Cruz -