Protocolo para las presentaciones
Las tres reglas básicas para hacer las presentaciones son por razones de sexo, edad y categoría. Es decir:
- la mujer siempre es presentada al hombre.
- El más joven siempre es presentado al de mayor edad.
- Y el de menos rango o categoría, siempre es presentado al de mayor rango o categoría.
Las reglas anteriormente expuestas, pueden variar en función del entorno donde tenga lugar el encuentro. Por ejemplo en el trabajo, que por razones obvias, no presenta a un directivo primero a su secretaria y luego al jefe (por lo que prevalece el cargo al sexo), pero si al contrario si esa misma situación se da en una fiesta o en la calle. Lo mismo ocurre con otros muchos detalles de cortesía que por pura operatividad y funcionalidad de los negocios se obvia. Por ejemplo, no va a levantarse de su silla cada vez que su secretaria entra en el despacho (aunque según la cortesía siempre debe ponerse de pie un hombre ante la presencia de una mujer; cuando es un señor muy mayor, la dama puede perfectamente por deferencia y respeto, ponerse de pie ante el caballero que llega).
También recuerda que:
- En el caso de una reunión con numerosos invitados congregados en el mismo salón, el anfitrión introduce al recién llegado al grupo de manera general, diciendo: "Amigos, permítanme presentarle, al Sr. López, amigo de la familia que residen en Barcelona", vgr.
- Lo ideal es que alguien presente a uno, no que uno se autopresente. Ahora bien, hay situaciones que llevan a ello. Si ésto sucede, procurar un momento prudente en el que no interrumpa, hacerlo con el debido respeto, diciendo quién eres, a qué te dedicas y porque quieres conocer esa persona.
- Es incorrecto tutear a alguien a quien se acaba de conocer, sea hombre o mujer. Debe esperarse a que se de la anuencia para ello. Tutearse implica confianza.
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