Los niños cristal tienen una misión muy especial, por lo que es muy importante que sepamos reconocerlos...
Todos hemos oído hablar del fenómeno de los niños índigo, llamados así por el color de su aura, el haz de luz que, según los místicos de todas las épocas, rodea el cuerpo humano, y que algunos seres privilegiados pueden percibir. Los índigos se conocen como los “rompedores de sistemas’, porque vienen a la tierra para ayudarnos a romper viejos esquemas y adoptar nuevos patrones de comportamiento más genuinos y beneficiosos para la humanidad. Ahora estos niños, que a menudo son calificados de rebeldes, podrían ser los hermanos espirituales —o incluso, como otros sugieren, los padres— de otra subcategoría de niños iluminados: los llamados niños cristal, a quienes se les denomina así no por el color de su aura, sino por su alta vibración.
Esto ha despertado muchas interrogantes entre las personas que creen en la evolución espiritual progresiva del ser humano: ¿Quiénes son estos niños? ¿Cuál es su misión en la tierra? Y, sobre todo, ¿cuáles son las características que los definen?
Seres de luz
En 1997, el místico norteamericano Steve Rother, quien dice recibir mensajes de un colectivo de ángeles que él llama El Grupo, habló de los niños cristal como una posibilidad dentro de la evolución humana. Diez años después, la humanidad ha dado pasos espirituales tan avanzados que, de acuerdo con Rother, los niños cristal ya no son una posibilidad, sino una realidad. En otras palabras: estas almas altamente evolucionadas ya se encuentran entre nosotros. Los proponentes de esta teoría creen que esto se debe a que, hasta ahora, la humanidad no estaba lo suficientemente elevada en lo espiritual para recibir a estos seres tan especiales. El Grupo incluso reveló que la humanidad crucificó a uno de estos niños dos mil años antes... y que no fue el primero.
“¿Cuándo empezaron a llegar los niños cristal? Ha habido siempre unos cuantos, según El Grupo’, explica la mística Sharyl Jackson, ex maestra de escuela pública y editora asociada de la revista Children of the New Earth (Niños de la Nueva Tierra). Jackson, además, escribe en planetlightworker.com, un sitio en Internet dedicado a temas esotéricos, y aconseja a niños y padres sobre este tema. “Estos pocos actuaban como exploradores, tanteando el terreno, pero la humanidad no los trató muy bien. Como Jesucristo, con mucha frecuencia estos exploradores fueron asesinados, pero tuvieron el propósito de sembrar semillas’.
Como la semilla de la unidad universal. Y es que estos niños, explica el sitio de Internet crystalchildren.com, “pueden leer el pensamiento ajeno y saber lo que cada persona siente en lo más profundo de su ser, a través de la empatía. De esta manera, ya no habrá secretos, y cuando no hay secretos y sabemos lo que el otro siente y piensa, no queda espacio en la humanidad para la guerra’.
Es por esto, explican los creyentes, que es preciso aprender a reconocer y valorar a los niños cristal por lo que son: los pacificadores, que vienen a crear paz para la humanidad. De esta manera, pueden ser apoyados para que realicen su labor divina.
“¿Cómo reconocer a estos niños, o algunos de los pocos adultos cristal que están entre nosotros?’, pregunta Jackson. Aquí, ella enumera los atributos de los niños de esta vibración. Al mismo tiempo, Jackson aclara que no todos los niños cristal exhiben todas estas características; es preciso ver cada caso como único y ser sensible ante las diferencias entre las personas.
El desafio de
los niños cristal
Como explican los creyentes en la teoría de los niños cristal, estos están comenzando a nacer, o son, en su mayoría, muy pequeños. De todas formas, con el paso de los años, ellos representarán un reto para la sociedad, que tendrá que aprender a lidiar con estos seres hipersensibles y, a la vez, poderosos. Pero, sin duda, el mayor desafío, explica Jackson, es para sus padres. A ellos les corresponde la ardua tarea no solo de aceptar y hacerse sensibles a las diferencias que manifiestan estos niños, sino también de enseñar a otros, como el sistema educativo, por ejemplo, cómo trabajar con estos niños para ayudarlos a funcionar mejor y desarrollar su potencial.
“Si usas tus habilidades intuitivas para sintonizarte con la energía de estos niños y crear unidad con ellos, el resultado en el planeta será asombroso’, asegura Jackson, quien dice haber tenido “el placer y el honor, así como también la frustración, de haber criado a uno de estos pioneros’.
El otro lado del cristal...
Por supuesto, no todos creen en esta teoría de seres superdotados que vienen al mundo para elevar la vibración espiritual del planeta. Un sector de la comunidad científica, lo mismo sicólogos y maestros, descartan de plano esta teoría. Ellos señalan que niños que padecen de trastornos del espectro autista, como el síndrome de Asperger, manifiestan muchas de estas características, como, por ejemplo, reprimir las emociones, ser muy sensibles a su entorno, etc. Estos son “diagnosticados’ como niños índigo, o cristal, por místicos o espiritualistas. Los místicos han tomado las características que definen a los niños que padecen de trastornos autistas, y les han dado un aura de espiritualidad. Los padres, quizás queriendo obviar el diagnóstico médico, y ver el lado “positivo’ del caso, se aferran a esta explicación. El problema radica en que esta negativa por parte de los adultos a ver la realidad, muchas veces impide que sus hijos reciban los cuidados que necesitan para corregir sus conductas y adquirir las habilidades sociales para integrarse y funcionar dentro de la sociedad.
La Ultima palabra
Dos formas muy diferentes de ver una misma situación. Unos la ven como una bendición, otros, como una condición que requiere atención especializada. Quizás un día puedan unirse ambos polos, ahora opuestos, y descubrir que, aun si existe un problema que debe tratarse médica y sicológicamente, este puede ayudar a todos en la familia a crecer en lo espiritual y en lo emocional.
LC.-