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Lucía Collado

Obama y los muros que nos separan...

Obama y los muros que nos separan...

BERLIN (AFP) - En la primera vez que un candidato a la presidencia de los Estados Unidos pronuncia un discurso de política extranjera fuera de su país, Barack Obama, llamó hoy en Berlín a "una nueva generación" de europeos y estadounidenses a unirse para derrumbar los muros entre aliados, razas o religiones y enfrentar juntos los desafíos del planeta.

En un discurso sin precedentes para una campaña presidencial estadounidense, Obama habló ante una muchedumbre entusiasta de más de 200.000 personas en el parque Tiergarten, en pleno centro de Berlín, dividido hasta 1989 por la "cortina de hierro".

El joven senador de Illinois fue especialmente aplaudido cuando afirmó su intención de luchar contra el calentamiento climático y retirar las tropas norteamericanas de Irak. "Pueblo de Berlín, pueblos del mundo, ha llegado nuestra hora", lanzó el senador ante una muchedumbre entusiasta de unas 200.000 personas según la policía al pie de la Columna de la Victoria en pleno corazón de la capital alemana.

"Una nueva generación, nuestra generación, debe dejar su huella en la historia", afirmó. Frente al terrorismo, al calentamiento climático, a la droga, a la proliferación nuclear "no podemos permitirnos estar divididos. El siglo XXI se abrió en un mundo más interdependiente que nunca en la historia de la humanidad", enfatizó Obama.

Y agregó: "Pero ese acercamiento provocó nuevos peligros que no pueden ser separados por fronteras u océanos", agregó el senador. Ninguna nación, por grande y potente que sea puede enfrentar sola esos desafíos?.

"Estados Unidos no tiene mejor aliado que Europa. Pero una verdadera colaboración exige un trabajo constante y sacrificio aliados que sepan escuchar, aprender unos de otros y sobre todo confiar los unos de los otros", agregó el senador negro que pidió en especial a los europeos mantener su compromiso con Afganistán: ?por el pueblo de Afganistán, y por nuestra seguridad común, debemos hacer el trabajo hasta el final".

"Estados Unidos no puede hacerlo solo. El pueblo afgano necesita nuestras tropas y las vuestras, nuestro apoyo y el vuestro para vencer a los talibanes y a Al Qaida, para desarrollar su economía y para ayudar a reconstruir su país. Lo que está en juego es demasiado importante como para renunciar ahora", añadió.

Evocando el muro. Al evocar la caída del muro de Berlín en 1989 Obama llamó a derrumbar otros muros: "Los muros entre los aliados de largo tiempo de una parte y otra del Atlántico, no pueden permanecer erguidos. Los muros entre los países más ricos y los más pobres no pueden permanecer erguidos. Los muros entre las razas y las tribus, entre los nacionales y los imigrantes, entre los cristianos, musulmanes y judios no pueden permanecer erguidos", afirmó igualmente.

Tras sus palabras, interrumpidas muchas veces por los aplausos y los gritos "Yes we can" ("Sí, podemos"), su lema de campaña, Obama se mezcló durante cinco minutos a la muchedumbre que se agolpaba para darle la mano o fotografiarlo.

Obama, quien llegó a Berlín a bordo de su Boeing 757 de campaña y fue recibido durante una hora por la canciller Angela Merkel, suscitó desde las primeras horas de la mañana una gran curiosidad antes de su aparición.

En horas de la tarde el candidato descansó un poco y luego aprovechó para hacer ejercicios en las instalaciones deportivas del hotel donde se hospeda, cuya suite cuesta 20.000 euros la noche. Un importante dispositivo de seguridad de mil policías rodeaba la visita de la estrella del día.

Una fiesta partidaria. Alrededor de 200.000 personas coparon la calle que une a la Columna de la Victoria y la Puerta de Brandeburgo, donde el candidato había querido hablar originariamente, pero que encontró rechazo de Angela Merkel. La canciller alemana había manifestado su "inquietud y extrañeza" porque Obama pudiera pronunciar en ese lugar emblemático su discurso de campaña.

Durante horas, muchos de los presentes hicieron cola pacientemente para pasar por las 20 puertas de seguridad -como en los aeropuertos donde debieron vaciar sus bolsillos y dejar sus bebidas.

Una vez adentro, podían refrescarse con cerveza alemana en vasos de plástico y comer bocados, mientras una banda de pop animaba a la audiencia en esta calurosa tarde de verano.

No se permitió el ingreso de banderas o carteles en la franja celosamente custodiada por unos mil policías y otros agentes de seguridad. El equipo de Obama quería asegurarse que no se vieran en la televisión estadounidense lemas inoportunos contra el candidato.

La gira europea de Obama continuará mañana en París y el sábado en Londres, antes de regresar a Chicago.

Agencias AFP y DPA

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