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Lucía Collado

Conducta y cocaína

Conducta y cocaína
Columna
El psiquiatra recomienda
Por Guerrero Heredia / El Caribe
Martes 15 de abril del 2008 actualizado a las 1:42 AM
 
  
  

 

 
 
   
   
   
   
 
 
Infierno blanco  (2 de 2)

La cocaína, por su parte, tiene un poder adictivo más lento que el crack y es por esto que el daño a veces es peor, ya que los pacientes pueden llevar una vida aparentemente “normal”, los primeros años de vida de consumo, para luego, ya con compromisos y familia, comenzar a destruir su entorno y llevarse por delante, esposas, hijos, padres y madres; empleados y todo lo que se vincule con ellos.

No es casual entonces, ver por ahí, adultos de entre 30 a 40 años, gerentes, abogados y médicos, por ejemplo, tambaleándose profesionalmente por problemas de adicción a la cocaína.

Vemos como para estos individuos, los pases de los fines de semana se les fueron convirtiendo en pases durante la semana, luego pasaron a ser también durante las mañanas… y todo, para poder despertarse y estar acelerados (“speediaos”) durante todo el día. 

Luego la “speed” (o velocidad) se va yendo y entonces hay que consumir más; y se necesita, no para la persona sentir que está normal sino para no deprimirse.

En los momentos de abstinencia circunstancial, estos individuos, son padres irresponsables, irritables, lábiles, aprensivos, mal humorados (“quillados”), pesimistas sin ánimo alguno, lentos, y por supuesto, ya ni siquiera “atienden” a sus esposas.  (Entiéndase, para quienes observan el género, que este cuadro clínico sucede tanto en hombres como en mujeres).

Si no hay cocaína definitivamente, el paciente no funciona y no puede llevar una vida “normal”. 

Los amigos que se pueden mantener son aquellos que también consumen; y claro está, durante los bonches o parranda de noche, se toma mucho más alcohol que aquellos que no consumen cocaína, por lo que el “jumo” se tarda más, pero cuando llega viene con muchos más niveles séricos (niveles en sangre) de alcohol.

Por esta razón, no es coincidencia que la causa más común de ciertos tipos de infartos agudos al miocardio o dolor  tipo anginoso entre pacientes de 25 a 35 años, es producto del consumo de psicoactivos, principalmente, el uso de la cocaína.
Héctor Guerrero Heredia es psiquiatra

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