¡Cómo ha cambiado la manera de educar a los niños! Escuché estas palabras recientemente en boca de mi mamá y pensé que se debían a la típica brecha generacional, pero se quedaron resonando en mi cabeza. Y tiene razón en muchas cosas, de pequeña nunca se me hubiera ocurrido contradecir una orden de mi padre y cuando la palabra, no salía de su boca era no, y punto. Ahora los padres intentamos seguir las teorías de que no coartar la libertad de nuestros hijos, no regañarles sin explicarles por qué, mucho menos ponerles una mano encima (en España incluso ya está penado por la ley) y de repente nos vemos con una gran presión por ser perfectos para no traumatizar a nuestros pequeños y vivimos estresados. Pero a mí me castigaron, me llevé mis pelas y, desde luego, no estoy traumatizada al igual que muchos de mi generación. Tenemos que aprender a poner límites a nuestros hijos porque si no estamos criando pequeños tiranos y en un futuro no nos lo van a agradecer, de eso estoy segura. - Ana Blanco (Diario Libre) | 
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