Dar cada día
En ocasiones, los buenos deseos desbordan el ambiente ya sea con palabras , acciones bonitas, intercambios agradables que nos acercan y envuelven momentáneamente en una aureola impregnada de bellos sentimientos. Queremos compartir nuestros sueños y esperanzas, contar las realizaciones mas preciadas, brindar por futuras conquistas que llenen nuestras vidas de éxito y felicidad. Mas, después de este fluir suave unas veces, efusivo y espontaneo otras, nos quedamos indiferentes o inconscientes, inmersos en la solución -quizás- de apremios y ambiciones que casi nunca nos llenan con la alegría y satisfacción que en esos instantes solemos contagiarnos la mayoría. Propósitos no faltan de ser mejores y mas plenos, solo que muchas veces nos concentramos en principios complicados que si bien válidos, desvían las prácticas mas sencillas. Como un eslabón que nutra el significado de estas divagaciones quiero compartir por la pura esencia de lo que es dar no solo que tenemos sino mas aún, lo que quisieramos tener, unas reflexiones que encontré en la revista “The Oprah Magazine”, que dedicó su edición de diciembre al espíritu de esta época cuando los regalos son uno con el abrazo reiterativo de nuestro sincero aprecio: “el regalo de ti mismo” el único que puede llenar mas porque no tiene precio y porque “da solo lo que viene directamente de tu espíritu” y es que “tu no necesitas dinero para tener un espíritu generoso. Trata de darte a ti mismo. Te sorprenderás por los regalos que recibes a cambio”, afirma Oprah Winfrey, quien fortalece su aporte dejándonos en gotas de sabiduría, el testimonio de hombres y mujeres notables,como:
1) “Cuando yo doy, me doy yo mismo”, 2) “El habito de dar solo aumenta el deseo de dar”, 3) “Nosotros somos ricos solo a través de lo que damos y pobres solo a traves de lo que negamos”, Walt Witman;
4) “Cualquier cosa que es de valor en la vida solo multiplica cuando es dada”, Deepak Chopra;
5) “Esto es lo que yo considero verdadera generosidad, tu das todo y todavía siempre sientes como si esto te cuesta nada”, Simone de Beauvoir;
6) “Si tu conocieras lo que yo conozco sobre el poder de dar, no podrías dejar pasar una simple comida sin compartirla con alguien en alguna forma”, Buddha;
7) “Si mis manos están completamente ocupadas en agarrar algo, no puedo dar ni recibir“, Dorothee Solle;
8) “Cualquier cosa que tiene valor real y duradero, es siempre un regalo de adentro”, Franz Kafka;
9) “Nosotros vivimos de lo que tenemos pero hacemos una vida de lo que damos”, Winston Churchill;
10) “El espíritu con el cual se da una cosa, determina la magnitud de la deuda de agradecimiento, es la intención lo que pesa, no la apariencia del valor del regalo”, Seneca.
Cada uno de estos pensamientos puede conducirnos a una inmensidad de situaciones presentes en nuestras vidas para invitarnos a desarrollar la generosidad en su real esencia: espontánea, desinteresada, y cargada de la sola intención de dar lo mejor de nosotros mismos.
Hasta en las Sagradas Escrituras encontramos que Juan Bautista en sus predicaciones promueve el sentido de la acción de dar con el fin de compartir lo que se tiene - no lo que sobra- , diciendo: “el que tiene dos túnicas, de al que no tiene; y el que tiene que comer, haga lo mismo” (Lucas 3.11). Podemos respirar plácidos, alegres y plenos cada día ejerciéndola desde lo que no nos cuesta: una sonrisa al desconocido, un saludo al de al lado; a lo mas difícil: humildad y honestidad aun frente a lo que despreciamos; hasta lo mas preciado: la consideración y el respeto, el cariño y la atención a los que amamos.
No esperemos las Navidades o San Valentín para disfrutar la fiesta de dar cada día.
Lucía ColladoNew Haven, CT02/02/01(Escrito publicado en Febrero del 2001 en La Tarde Alegre de Ultima Hora)
1 comentario
Tuty -