Los padres: Guías protectores de los adolescentes

 

Los padres: Guías protectores de los adolescentes
LUCIA COLLADO
El amor por nuestros hijos nos consagra como sus incansables guías-protectores. Procuramos lo mejor para ellos, que sean seres de bien. De acuerdo a nuestra propia crianza, tomamos y dejamos de los métodos disciplinarios con que fuimos formados -en mayor o menor grado- según hayan sido flexibles hasta intransigentes.
Pero es en el deseo de adaptarnos a los tiempos que muchas veces hacemos a un lado aspectos que probalemente considerarnos fuera de lugar, innecesarios o anticuados. Resulta delicado discernir en qué punto pueden aparecer las grietas que acunan los vacíos que alguna vez pueden lanzar nuestros jóvenes al pozo de los estupefacientes.
Joseph Califano, presidente del Centro Nacional para la adicción y abuso de sustanciãs tóxicas de Ia Columbia University, afirma mediante un estudio que cuando los padres establecen una serie de expectativas y reglas, tienen adolescentes con mucho más bajo riesgo de usar drogas. Somos también los padres quienes habilitamos a nuestros hijos para que sean capaces de tomar decisiones saludables. Y es que las palabras y acciones de los padres pueden hacer que sus hijos piensen en mantenerse lejos de cualquier vicio.
Dicho estudio (que puede ser considerado en cualquier latitud) presenta una correlación entre los adolescentes con un bajo riesgo de uso y abuso de drogas y esos que viven en familias altamente estructuradas. Los investigadores advierten que aunque el estudio no demuestra una directa causa y efecto, todavía los jóvenes de hogares sin control fueron dos veces más propensos a usar drogas en comparación con el promedio para adolescentes, tal como los jóvenes sin padres que fueron cuatro veces más propensos que los hijos de hogares bien estructurados.
El resultado: Los hijos que cuentan con reglas y restricciones y que tienen una buena y continua comunicación con sus padres, son los menos propensos a caer en algún tipo de adicción. De manera que no esta de más un alto para dar un vistazo a qué tanto nos estamos ocupando de dar seguimiento y orientación a nuestros hijos, imponiendo reglas claras y precisas sin intimidar, pidiendo honestidad y confianza por parte de ellos pero dejándoles conocer cuán profundo será nuestro dolor si ellos usaran alguna droga, por lo mucho que los dañaría.
NA:  Publicado en La Tarde Alegre, martes 6 de Marzo de 2001.-